Se que soy muy joven, pero estaba llevando la vida de una mujer mayor, llena de responsabilidades, obligaciones y estrés, tiendo a pensar y analizar demasiado todo lo que pasa y me hago sufrir. Todos mis amigos en Tulum son mucho más grandes que yo, lo cual me encanta porque los admiro profundamente y aprendo de ellos; cuando llegué al DF y entré a la escuela, me di cuenta que todos mis nuevos compañeros son de mi misma edad o más chicos, fue rarísimo al principio, pensaba que no tendríamos nada en común y anhelaba la conexión que tenía con mis amigos mayores. Pero han pasado unos meses y me doy cuenta de lo refrescante que es tener toda esta sangre joven cerca, me recuerdan que está bien dejarse ir, alocarse y no ser tan seria todo el tiempo. Está bien divertirse e incluso ser estúpido a veces.
Estoy tan inspirada últimamente y he estado creando muchísimo, me he encontrado caminando por la calle sintiéndome la chica más
suertuda del universo, como si fuera la dueña del mundo y este gira rápido a mi
alrededor pero no puede herirme porque mis raíces son profundas y mis alas largas. Siento una inmensa
gratitud y apreciación por la gente en mi vida, porque todos me han dado tanto.
Gracias amigos nuevos por regresarme el brillo que me hacía
falta, porque recuperé este apetito por la vida, por la música, la fotografía, por las conexiones, por las experiencias. Gracias por bailar conmigo en el metro mientras
esperamos el tren, por ir al cine juntos y comer palomitas, por alimentar mi obsesión llevándome a
restaurantes de Harry Potter. Gracias por leer conmigo todas las portadas de
libros y películas en las tiendas sólo porque tenemos tiempo. Gracias por
correr bajo la lluvia y después ir a comer sushi mojados. Por reírse de mis
bromas tontas, por disfrazarse y prender fuegos artificiales para grabar
vídeos. Gracias por las conversaciones sobre lo que amamos, soñamos y tememos.
Si, crecer es aterrorizante, pero estas personas me permiten
olvidarlo por un rato. Estas personas tan bellas, llenas de sueños, y que aún no han sido rotas. La vida es deliciosa, con
todos sus contrastes y sabores, e irónicamente se siente más brillante para mí en esta ciudad gris en la que he estado siguiendo chicos guapos en la calle
sólo para ver sus lindas caras unos minutos más.
Estaba paseando con mi mamá en su scooter hace unas semanas, observando las grandes avenidas y hermosos monumentos y fuentes y edificios y carros rápidos, cuando de repente sentí un inmenso amor por éste lugar, y lo supe en mis huesos, el mundo entero es mi hogar.
Estaba paseando con mi mamá en su scooter hace unas semanas, observando las grandes avenidas y hermosos monumentos y fuentes y edificios y carros rápidos, cuando de repente sentí un inmenso amor por éste lugar, y lo supe en mis huesos, el mundo entero es mi hogar.
Hace unos meses hice un vision board y parece magia pura lo rápido que están pasando muchas de las cosas que visualicé y manifesté allí. Estoy
rodeada de amor y la mejor energía, filmando, escribiendo y retándome a mi
misma, yendo a los mejores conciertos de música y museos de arte. No se como
explicarlo pero la vida se siente tan llena en este momento que me hace
temblar. Y siento mas profundo que nunca. Anyela y yo fuimos al centro el otro
día, ella tenía que revelar unos rollos y yo la acompañé, mientras esperábamos visitamos
algunos hermosos edificios, uno de ellos era tan impresionante que estuve a punto de llorar, me sentía dentro de una
película de otra época y el momento fue tan perfecto que me dejó sin habla.
Cosas loquísimas han estado sucediendo y las disfruto todas,
bailar como una tonta de extra para una película, ir a bares queer para ver la
banda de mis amigos tocar, caminar en la calma de la noche tomándome el tiempo
para admirar las luces de la ciudad. Y más importante que nada, estoy sintiendo
algo que pensé que jamás volvería a sentir: amor. Estoy emocionada e impaciente
y asustada, todo al mismo tiempo. Y es maravilloso.
Se siente
tan bien estar vivo.
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