En menos de una semana tendré 21, asombrosamente no estoy teniendo un ataque de pánico como cada año cerca de mi cumpleaños. No lo se, aún me vuelve loca la idea de crecer, pero estoy demasiado cómoda y feliz con mi vida y con lo que he hecho y logrado hasta ahora. Estoy feliz con quien soy, y eso es suficiente.
Toda mi vida he necesitado correr, queriendo hacer todo al mismo tiempo y comerme el mundo entero de un solo bocado, siempre quise crecer rápido para vivir la "vida real". Era (y aún soy) impulsada por la pasión, pero siempre sentía que no tenía suficiente tiempo, que necesitaba apresurarme en las cosas o sino una sola vida no me sería suficiente para hacer y ser todo lo que quería y ese pensamiento me aterrorizaba. Hoy he hecho paz con el- hay tantas cosas que no se y no se si algún día las sabré, tantas personas que no soy ni seré.
La vida se sentía como una carrera conmigo misma y a pesar de estar contenta con donde estaba y lo que hacía, ya estaba pensando en donde me encontraría después, nunca disfrutando por completo del presente y del hoy. Sitia, un hermoso ser con el alma llena de luz, me dijo una tarde en la playa que no debería estresarme tanto por el tiempo y la vida, que no vale la pena, y ese pequeño comentario tuvo un impacto enorme en mí, la escuché y seguí su consejo, tenía tanta razón. Ha sido una vida dramáticamente diferente los últimos meses desde que me mudé a la ciudad, pero irónicamente me siento más tranquila y segura aquí. Todavía extraño Tulum, pero se siente tan lejano ahora, como si fuera parte de otra vida, siempre tengo ese sentimiento de que mi vida es muchas diferentes y que yo he sido diferentes personas, puede ser escalofriante e increíble a la vez. Desearía nunca olvidarme de nada.
Este año ha sido una montaña rusa y definitivamente uno de los mejores de toda mi vida, y estoy tan enamorada de todo como para sufrir, creo que probablemente la vida sea lo que y a quien más amo. Es tan impredecible y fascinante y nunca sabes nada, eso es excitante. Me siento tan inspirada y amo tanto todo que siento que mi cuerpo va a arder y colapsar y llover y juntarse de nuevo, es un sentimiento grandioso.
Y de repente creo otra vez en la magia y en las personas, y confío. La vida es demasiado corta para no hacer lo que quiero y vivir la vida con la que sueño. Nada es más satisfactorio que finalmente poder decir: soy quien siempre quise ser.
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