de luz y obscuridad

Había dejado de crear. Estaba desinspirada y necesitaba tiempo para sanar, pero hoy estoy preparada para documentar y crear nuevamente, para empujarme fuera de la zona de confort en la que estoy. He aprendido tantas cosas en los últimos dos meses que mi mente se acelera cuando intento ponerlas en palabras. He conocido bastante gente buena y bellísima con mucha luz en su interior, pero también gente buena que está terriblemente atormentada por sus egos y su visión de la vida. Me sentía expuesta y vulnerable y les permití absorber mi energía; regalé mi alegría a los vampiros pensando erróneamente que podría salvarlos, sólo para darme cuenta de que los únicos capaces de lograrlo somos nosotros mismos. Me creé esperanzas sin futuro de ser querida por alguien que tiene miedo de sentir. Pero ellos no me lastimaron, yo lo hice. Yo esperé y acepté lo que me dieron sin pensar en el daño que me hacía. Fue efímero y fugaz, pero abrió mis ojos a una nueva realidad que no conocía. Podemos delegar y culpar, pero jamás escapar a la verdad: la responsabilidad es nuestra. Había olvidado uno de los más sabios consejos que alguien me ha dado: siempre se completamente responsable de tu vida, tus actos, tus sentimientos. Todo, repito, TODO lo que pasa en mi vida depende única y exclusivamente de mi y yo tengo el poder de cambiarlo si así lo deseo. Los demás no son más que espejos que me tratarán como yo se los permita. Rodeate siempre de gente de luz y muéstrale al mundo como la felicidad es posible si tan sólo la dejas ser.

Por un pacífico, amoroso y lleno de aventuras 2014.